MUJERES HISTÓRICAS

¿Cuántas veces en los libros de texto habéis escuchado el nombre propio de una mujer en mayúsculas y sin tapujos?

A lo largo de la educación, conocemos a un gran número de personalidades importantes. La historia la cuentan siempre los vencedores y las mujeres hemos sido las vencidas, y no solamente en el campo de batalla. El conocimiento nos hace independientes, nos fortalece, rompe las cadenas. Por ello, las mujeres quedan apartadas a lo largo de la historia a un segundo o incluso a un tercero, relegadas a ser la mujer de, la hermana de, la madre de, no teniendo ni cara, ni vida, ni historia que contar.

Sin embargo, el tiempo está lleno de grandísimas mujeres que se han visto silenciadas por el patriarcado y su cultura. Desde Akelarre, las rescatamos del olvido, las reivindicamos y las ensalzamos, puesto que son piezas fundamentales de nuestra historia. Que no se borren de nuestra memoria.

Concha Carretero Sanz (Barcelona, 1918 – Madrid, 2015)

Concha nació en Barcelona en el año 1918, pero se mudó con su familia a Madrid a los dos años. A los 14 años se afilia alas MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas) y, al disolverse estas, pasa a formar parte de las Juventudes Comunistas, que en 1936 se unen a las Socialistas formando las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas). Durante la Guerra Civil participó activamente en los comités de ayuda a milicianos y soldados republicanos.

La noche que fusilaron en la tapia del cementerio de la Almudena (Madrid) a 13 de sus compañeras de celda que pasarían a la historia como las Trece Rosas, ella estaba inconsciente por una paliza. A ella, Concha Carretero, la habían llevado a esa misma tapia pocas horas antes, el 4 de agosto de 1939. La habían obligado a desnudarse y a colocarse de espaldas frente a una columna de hombres armados que se divirtieron un rato simulando que iban a fusilarla. Finalmente, la llevaron de nuevo a la abarrotada prisión de Ventas, donde 4.000 reclusas compartían un espacio para 400, y la apalearon. Cuando despertó le comunicaron la muerte de sus 13 amigas, ejecutadas por el bando franquista por “adhesión a la rebelión”. Carretero, militante como ellas de las Juventudes Socialistas Unificadas, logró salir viva de aquella cárcel en la que estuvo encerrada cuatro años, pero nunca las olvidó.

Recordar aquel amago de fusilamiento y las penurias del tiempo en prisión no era plato de buen gusto para ella, pero Carretero estaba determinada a que su lucha no se olvidara, a que el nombre de sus amigas asesinadas, las Trece Rosas, no se borrara de la historia, como tampoco el de los 43 hombres que fueron fusilados ese mismo día. Por eso acudía frecuentemente a contar su vida en institutos y actos culturales, y por eso se reunió también con el director de La voz dormida, Benito Zambrano, y el reparto de la película, a los que ayudó a entender cómo pasaban los días en un penal franquista. Falleció el pasado 1 de enero, a los 95 años de edad.

«Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía.»  V.I. Lenin

Nacida en 1944 en el estado de Alabama, Angela Davis fue una activista feminista, antirracista y comunista, miembro del movimiento Panteras Negras (Black Panther Party) y profesora de filosofía. El movimiento pacífico que se creó para acabar con la segregación racial en el Sur de EEUU, liderado por Martin Luther King, sufrió una gran represión y parte de ese movimiento vio necesario tomar las armas para defenderse. Las Black Panther relacionaban la explotación capitalista con la racista. Davis declaró en una ocasión que:

El único camino verdadero para la liberación de la gente negra es el que trabaja hacia la total desaparición de la clase capitalista en este país”.

Por su activismo revolucionario hasta fue incluida en la lista de los más buscados del FBI en los años 60, por orden de J. Edgar Hoover además de retirarla de la enseñanza.

En 1972 fue condenada a pena de muerte, acusada de cómplice en un tiroteo con víctimas mortales. La sentencia fue retirada debido a la intensa movilización internacional, que llevó a Angela a convertirse en uno de los símbolos de la lucha por los derechos civiles de las y los negros.

Lo que diferencia a Davis de otras activistas feministas es que ella supo distinguir con claridad que la explotación racista y patriarcal son intrínsecas al sistema capitalista.

Entre sus obras destacan Mujeres, cultura y políticas o Mujeres, Raza y clase , este último supone uno de los primeros análisis sobre la interseccionalidad de los ejes de opresión convirtiéndose en una de las principales aportaciones del feminismo negro.

Aleksandra Kollontai nació en San Petersburgo en 1872 y falleció en  Moscú en 1952. Fue una destacada revolucionaria destacada defensora de los derechos de la mujer. Kollontai escribió numerosos artículos y ensayos políticos, tras la publicación de uno de ellos, el panfleto Finlandia y el socialismo, donde animaba a los finlandeses a sublevarse contra las autoridades rusas, tuvo que exiliarse de Rusia.

Viajó por Europa y militó en el Partido Socialdemócrata de Alemania donde entró en contacto con el Partido Laborista inglés, el Partido Socialista belga y el Partido Socialista francés… y donde hizo propaganda contra el militarismo y organizó una huelga de amas de casa contra el coste de la vida.

Tras la primera revolución de 1917 que derrotó al zarismo, Alexandra Kollontai volvió a Rusia (fue una de las primeras exiliadas políticas que regresó a Rusia) donde fue elegida miembro del comité ejecutivo del reorganizado Soviet de Petrogrado. En julio de 1917 se eligió el Comité Central del Partido (máximo órgano de decisión) entre cuyos miembros estaba Kollontai. El 10 de octubre el Comité Central votó a favor de la insurrección y el 25 tuvo lugar la toma del Palacio de Invierno que instauró las bases para un estado socialista. En el nuevo gobierno que tuvo lugar tras la revolución de Octubre, Kollontai fue elegida Comisaria del Pueblo de Bienestar Social, siendo la primera mujer en la historia reconocida como miembro de un gobierno.

Kollontai intentó liberar a las mujeres del trabajo doméstico no remunerado, ya que entendía que suponía una pieza indispensable, junto con la educación, de la igualdad real entre mujeres y hombres. Así, se hicieron casas de maternidad, guarderías, escuelas, comedores populares, lavanderías populares… Posteriormente Kollontai fue embajadora de la U.R.S.S. en Noruega, Suecia y México, siendo, de nuevo, la primera mujer en la historia que ocupaba ese cargo, que ejercía de representante oficial de un país en el extranjero.

La perspectiva con la que Kollontai enfoca el tema de género es, como no podría ser de otra manera por una marxista, bajo una perspectiva de clase y las soluciones y cambios sociales que propone y analiza, son cambios colectivos.

Aleksandra Kollontai nació en San Petersburgo en 1872 y falleció en  Moscú en 1952. Fue una destacada revolucionaria destacada defensora de los derechos de la mujer. Kollontai escribió numerosos artículos y ensayos políticos, tras la publicación de uno de ellos, el panfleto Finlandia y el socialismo, donde animaba a los finlandeses a sublevarse contra las autoridades rusas, tuvo que exiliarse de Rusia.

Viajó por Europa y militó en el Partido Socialdemócrata de Alemania donde entró en contacto con el Partido Laborista inglés, el Partido Socialista belga y el Partido Socialista francés… y donde hizo propaganda contra el militarismo y organizó una huelga de amas de casa contra el coste de la vida.

Tras la primera revolución de 1917 que derrotó al zarismo, Alexandra Kollontai volvió a Rusia (fue una de las primeras exiliadas políticas que regresó a Rusia) donde fue elegida miembro del comité ejecutivo del reorganizado Soviet de Petrogrado. En julio de 1917 se eligió el Comité Central del Partido (máximo órgano de decisión) entre cuyos miembros estaba Kollontai. El 10 de octubre el Comité Central votó a favor de la insurrección y el 25 tuvo lugar la toma del Palacio de Invierno que instauró las bases para un estado socialista. En el nuevo gobierno que tuvo lugar tras la revolución de Octubre, Kollontai fue elegida Comisaria del Pueblo de Bienestar Social, siendo la primera mujer en la historia reconocida como miembro de un gobierno.

Kollontai intentó liberar a las mujeres del trabajo doméstico no remunerado, ya que entendía que suponía una pieza indispensable, junto con la educación, de la igualdad real entre mujeres y hombres. Así, se hicieron casas de maternidad, guarderías, escuelas, comedores populares, lavanderías populares… Posteriormente Kollontai fue embajadora de la U.R.S.S. en Noruega, Suecia y México, siendo, de nuevo, la primera mujer en la historia que ocupaba ese cargo, que ejercía de representante oficial de un país en el extranjero.

La perspectiva con la que Kollontai enfoca el tema de género es, como no podría ser de otra manera por una marxista, bajo una perspectiva de clase y las soluciones y cambios sociales que propone y analiza, son cambios colectivos.

Emma Goldman fue una célebre anarquista conocida por sus escritos libertarios y feministas, siendo una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer.

Así, comenzó a ganarse la vida trabajando como obrera, y al poco tiempo, tuvo relaciones con  mujeres antizaristas que, a pesar a su extrema juventud, tensaron su vocación de rebelde.

Allí, comenzó a frecuentar los medios anarquistas y marxistas, pero finalmente tomó partido por los primeros, fuertemente influenciada por el caso de cuatro condenados a muerte.

Fue una activista en el sentido más pleno de la palabra, y en sus escritos se hizo eco de algunas de las concepciones más osadas de su época y les dio una proyección militante. Tuvo la capacidad de identificarse con todas las causas (como la defensa de los homosexuales, algo que casi ningún revolucionario notorio de su tiempo se atrevió a hacer) y publicó revistas anarquistas.

En cuestión de feminismo, simbolizó las posiciones de autonomía femenina y amor libre, utilizando la doctrina anarquista para explicar la opresión que padecían las mujeres. Cuando su anarquismo entraba en conflicto con su feminismo, reaccionaba siempre como feminista, rebelándose cuando los hombres radicales la menospreciaban por el hecho de ser mujer.

Llegada la guerra civil española, y a pesar de los obstáculos que le ponían las autoridades, Emma colaboró con la resistencia, convencida de revolución anarquista era posible. Aunque no pudo instalarse en España, logró efectuar visitas, donde coincidió con figuras como Durruti.10520766_1706402219588551_8804974433742729209_o 12066069_1706623926233047_2226842972175764764_n 12088267_1707596332802473_7137620820707466462_n 12119059_1706930769535696_7019848029702903797_n 12122449_1706535076241932_8928000357674135727_n 12144797_1707167099512063_4085607969088620595_n

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